El País, “Bolivia ahonda su división en las urnas”

[Rebelion.org] Así titulaba el lunes 26 de enero el diario español El País informando del resultado electoral tras el referéndum en Bolivia.

“Bolivia ahonda su división en las urnas"

Morales logra aprobar la reforma con una mayoría del 60%, menor a la que preveía.- El claro rechazo al proyecto en las provincias ‘rebeldes’ da impulso a la oposición.

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ (Enviada Especial) - Santa Cruz - 26/01/2009

Como ya ocurriera con la reforma constitucional en Ecuador, el titular oculta el hecho, es decir, la victoria holgada del Sí a la constitución, y desfigura lo ocurrido con descaro: "Bolivia ahonda su división en las urnas". Pero El País no se queda ahí. En lugar de escribir "alrededor de un 62%" (61,96% es el resultado casi oficial), informa de un 60% como resultado oficioso, basándose en la información de las cadenas privadas controladas por la oposición. Después ofrece resultados equivocados, o sencillamente miente;

(…) porque el no ha triunfado claramente en cuatro departamentos orientales (la llamada media luna: Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando), mientras que el sí se imponía en otros cuatro departamentos (andinos). En el noveno, Chuquisaca, se puede haber producido un empate en torno al 50% (…).

Este párrafo es falso, o está equivocado por recoger los resultados antes de tiempo y publicarlos, con lo cual, debiera corregirse en el periódico de mañana;

El No obtuvo el 36,52 por ciento. Entre blancos y nulos se registró 1,51 por ciento. El Sí ganó en seis departamentos: La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Tarija y Pando. Por tanto, el No venció en tres departamentos; Santa Cruz, Beni y Chuquisaca (51%), y no en cuatro, como se recoge en El País.

En Tarija donde el Sí venció con el 52,84%, contra el 43,34% del No. Extraoficialmente, en Pando también ha ganado el Sí con 45,87%, contra un 44,4% por el no. Esto significa que dos estados de la media luna apoyan mayoritariamente la constitución.

(…) En esta ocasión, los cuatro departamentos "rebeldes" han reflejado un voto negativo nada dudoso, superior al 60% en todos los casos. Unos y otros esperan ahora la apertura de un proceso de negociaciones políticas respecto a las autonomías, en el que la oposición se sentirá reforzada (…).

Falso. La mayor diferencia de rechazo al texto constitucional se registró en Santa Cruz con 60,23% de votos por el No, contra un 39,35 por ciento por el Sí. Beni obtuvo la segunda mayor diferencia a favor del No, con 55,58%. Pero la mentira se reproduce más adelante, sin hablar de resultados oficiosos;

(…) El voto negativo rondó el 70% en Santa Cruz y osciló entre el 60% y el 70% en los otros tres departamentos "rebeldes". (…) La mayoría de los críticos, sean autonomistas o no, considera que la nueva Constitución no ayudará a cerrar las heridas abiertas entre la zona oriental (rica y conservadora) y la occidental (indígena y más pobre), sino que profundizará la confrontación y que los resultados deberían dar paso a una amplia negociación política entre los dos sectores del país (…).

La violencia desatada por los mal llamados "autonomistas", que pretende la independencia de las regiones ricas o un alto grado de autonomía que les asegure el control de los recursos estratégicos de Bolivia en connivencia con numerosas transnacionales, se transforma en "confrontación", sin distinguir entre agresores y víctimas. Por otro lado, la victoria holgada del nuevo texto constitucional debe dar paso a una negociación con la ultraderecha, según unos "críticos" que El País se extrae de la manga. Se ignora que el texto actual ya ha sufrido modificaciones fruto de las negociaciones previas, por un "gran acuerdo nacional" del MAS con la oposición derechista, muy discutido desde sectores de la izquierda.

La Corte Nacional Electoral (CNE) de Bolivia ha recogido una participación del 85%, dato que no se observa y uno de los índices más altos que registró el país en su historia democrática. Con la victoria del Sí por un 61,96%, el apoyo total de los censados es muy parecido al resultado final de la aprobación de la Constitución de 1978 en España, que recibió el 88,54 por ciento de los votos, si bien acudieron a votar el 67,11 por ciento de los electores, para un apoyo total del 58,97%.

Sacrificar la ética periodística por intereses económicos cuando se "informa" sobre Latinoamérica va a seguir costándole muchos lectores a este diario.


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